Según informó la Agencia de Noticias Hawzah, en una declaración emitida el martes, el Ayatollah Arafi afirmó que los crímenes brutales cometidos en Sudán, con el respaldo del sionismo internacional y de la arrogancia global, así como con la complicidad de ciertos gobiernos árabes del Golfo Pérsico, forman parte de un plan más amplio destinado a generar división, explotar a las naciones y debilitar a la Ummah islámica.
El Ayatollah hizo un llamado a las naciones musulmanas, a los eruditos y a los intelectuales del mundo islámico a romper su silencio, denunciar los crímenes de las potencias arrogantes y sus agentes regionales, y defender la libertad, la justicia y la dignidad humana.
“La historia jamás perdonará la traición y el silencio frente a la opresión”, señala la declaración. “La sangre pura del pueblo oprimido de Sudán, al igual que la de los mártires de Gaza, Yemen y Palestina, fortalecerá el espíritu de resistencia en todo el mundo islámico.”
El Ayatollah Arafi instó a las instituciones internacionales y a la OCI a adoptar una posición firme y efectiva ante esta tragedia humana y a apoyar al pueblo sudanés en su lucha por la justicia. También expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, elevando una oración por su paciencia, la ayuda divina y la victoria final del pueblo oprimido de Sudán.
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